Durante la semana previa a la boda, compramos un par de muebles para colocar muchos libros y otro para guardiar documentos diversos para tener la segunda habitación del departamento habitable y cómodo para mis familiares.
De cualquier manera el tiempo se nos vino encima y los diversos pendientes se nos vinieron encima, un fin de semana previo al evento todavía estábamos encargando el pastel (creo) en mi trabajo las actividades se fueron a las nubes, afortunadamente un compañero de trabajo regreso a tiempo para ayudarnos y me pude concentrar en algunas cosas de la boda.
Mi esposa, en casa de sus papás se organizaba, yo mientras fui al aeropuerto por varios familiares, llevarlos al hotel donde les había reservado sus habitaciones para descubrir que no la habían hecho como se las había indicado/solicitado. Claro que ya habíamos bajado las maletas por lo que tuvimos que hacer el ritual de subirlas de nuevo a la SUV y claro está, ya no las acomodamos como venían originalmente. En fin, ya saben, se cumplieron las leyes de Murphy.
Así que tuvimos que hacer un peregrinaje en pleno Agosto como si fuera Diciembre en diversos hoteles hasta que por fin encontramos la habitación como la necesitaban. No les digo que día porque para el día/hora en que escribo estas líneas ya no lo recuerdo.
Yo le dí hospedaje a mi mamá y hermana a partir de esa noche, así que nos acomodamos y finalmente después de un día complicado y estresante logramos cerrar los ojos, para despertarnos muy temprano al día siguiente.
Continuará...