El viernes de la semana previa a la "Semana Santa", yo tenía antojo de un suculento, magnífico, antojable, tremendo, grandioso Coctél de Camarón.
Fuimos a los restaurantes cercanos y como pueden suponer todos estaban muy saturados, afortunadamente encontramos una mesa para los cuatro comensales y nos sentamos gustosos a esperar nuestros alimentos.
Al ordenar, hubo una peculiaridad con el tamaño de los coctéles, el "mediano" es el que regularmente conocemos como "Chabela" y el "grande" estaba servido en.. bueno, vean la foto:
Al principio lo acompañaba con las clásicas galletas saladas, su aguacate, que le ponemos un poco de habanero, pero... habían BASTANTES camarones; lo que regularmente sucede es que los cocteles no los sirven con muchos camarones, pero ésta si fue la excepción, por lo que me enfoqué a degustar únicamente los camarones.
Suculenta comida la de ese día.
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